jueves, 20 de agosto de 2009

Día 5 (7/8/09) : Crucero por el Lysefjord

Hoy nos volvemos a levantar a las 7:30. El día vuelve a estar nublado, pero ya empezamos a acostumbrarnos. A las 8 bajamos a desayunar y nos volvemos a encontrar con una mesa llena de comida: embutidos, quesos de todos los tipos, salmón, patés, mermeladas caseras, zumos, yogur, cereales, cafés, té,...(supongo que me dejo más cosas). Sissel nos da un papel especial para que nos hagamos unos bocadillos con la comida del buffet y los envolvamos con él (es como nuestro papel de aluminio pero sin duda más ecológico).
La idea inicial para el día de hoy es hacer un crucero a lo largo de todo el fiordo de Lyse, pero finalmente no puede ser ya que el folleto que tenemos es poco claro y por un lado se interpreta que salen cruceros a las 10 desde Stavanger, pero realmente en estas fechas más turísticas parece ser que se adelanta la hora a las 8 de la mañana. Sissel nos lo ha confirmado con una llamada a la compañía, y nos informa que hay un crucero alternativo, más corto, que llega hasta el Preikestolen (cuesta 350 NOK por persona).
Después de desayunar nos vamos directos a la oficina de turismo y allí nos confirman que la única opción que tenemos hoy es el crucero que llega hasta el Preikestolen (el Tour 3 del Lysefjord Sightseeing de la empresa TIDE). Estos cruceros salen desde el Guest Harbour, al lado de la zona de Skagenkaien, y no desde el Fiskepiren, que es donde lo hacen los ferries.
Como el barco zarpa a las 11:30, aún nos queda tiempo para pasear un rato antes de cogerlo. Compramos los billetes en la oficina de turismo y nos vamos a dar una vuelta por el pequeño mercado de pescado de Stavanger, en el cual no compramos nada debido a la cantidad de moscas que vemos entre el género en venta.
Continuamos el paseo por el viejo Stavanger, que habíamos visitado la primera noche. Por la mañana, Ovre Strandgate es una calle preciosa, sobretodo con el sol que de vez en cuando aparece. La luz de los verdes jardines contrasta con el blanco reluciente de la mayoría de las casas. Tras este pequeño paseo nos sentamos en un banco en el puerto a tomar unos cafés, comprados en el 7 eleven, mientras esperamos el barco.
Llega la hora de embarcar y subimos directamente a la cubierta superior, como prácticamente todos los turistas; sólo esperamos que no llueva. El viento molesta bastante debido a la velocidad del barco, pero no lo suficiente como para hacernos desistir de nuestra misión de tomar el máximo de fotos posibles; la luz del día es perfecta para fotografiar montañas, nubes y mar.
En cuanto llegamos al Lysefjord, el barco empieza a realizar una serie de paradas en los sitios más interesantes. Primero para a hacer una visita a unas cabras que rápidamente se acercan al barco en busca de la comida que les da una tripulante, mientras los turistas las machacamos a fotos.
Después paramos en una cascada en la que la misma tripulante coge un cubo de agua que repartirá a continuación entre los turistas. El agua tiene un ligero tono marrón pero no sabe a nada y está fresquita.
Por último, pero no menos importante, paramos debajo del Preikestolen, donde con el zoom de las cámaras podemos ver a diminutos personajes caminando por sus bordes, tal como nosotros habíamos hecho el día anterior. La vista desde abajo de la roca es un complemento perfecto a la que tuvimos desde arriba, estamos muy contentos de nuestra decisión de hacer el crucero. A partir de este punto, el barco avanza unos metros y gira por el mismo camino para regresar sin más paradas hasta Stavanger.
En el barco nos hemos comido los sandwiches preparados del bufet de Sissel, pero cuando llegamos a tierra nos vuelve a entrar el hambre, así que nos metemos en un Naversen (especie de 7 eleven) cercano al muelle de Fiskepiren y nos cogemos un hot dog y un bocadillo de gambas+lechuga+mayonesa, que nos comemos en un banco enfrente de la tienda, bajo la atenta mirada de una decena de gorrioncillos que se pelean por las migas que les echamos.
Volvemos a dirigirnos a la oficina de turismo para que nos indiquen cómo podemos llegar al monumento de las tres espadas (Sverd i Fjell), que según Sissel está a media hora andando desde el B&B, pero preferimos no arriesgar e ir en autobús. Nos indican que está en la playa de Hafrsfjord, a 6 km. del centro, y que para llegar podemos coger el bus 29 en la parada 29, en Haakon VIIs gate, al lado de la catedral. Esperamos en esa parada (que no muestra ninguna información) durante un cuarto de hora, hasta que llega el 29. Le preguntamos al conductor por la parada donde debemos apearnos para llegar hasta el monumento, pero no sabe de qué le hablamos (no tiene pinta de ser muy noruego), así que entramos y preguntamos a unas personas sentadas. Una mujer nos dice que nos avisará cuando lleguemos. Cuando nos bajamos, tenemos que volver a preguntar a un hombre que venía corriendo (hay una buena pista para correr e ir en bici) y nos dice que tenemos que caminar medio kilómetro y llegaremos. Así es, el lugar está prácticamente vacío, con lo que podemos hacer unas cuantas fotos tranquilamente. Este monumento fue inaugurado en 1983 para commemorar la batalla que aconteció en el año 873 en este lugar, y tras la cual el rey Harald unió los tres distritos de Noruega bajo su corona; cada una de las espadas simboliza un distrito diferente.
Después, como no hay nada más que hacer por allí, cogemos y nos volvemos a la parada de autobús de regreso, que está repleta de jóvenes militares de ambos sexos que salen de permiso de viernes por la tarde desde un cuartel vecino. El autobús nos deja cerca de un supermercado Kiwi donde compramos la cena para esa noche. Decidimos ir a la casa a cenar, ducharnos y luego salir. La ciudad al anocher está llena de gente de fiesta, muchos milatares ya bastante bebidos. Nos refugiamos de nuevo en el Gamle Stavanger, y después de un rato nos volvemos a la casa. Nos vamos a dormir que mañana hay que madrugar para coger el barco a Bergen. Para poder dormir tenemos que abrir la ventana pues, aunque parezca mentira, hace mucho calor.
Por la noche escuchamos los truenos de una buena tormenta.
Nos gustaría añadir que nos hubiera gustado hacer la excursión al Kjerag, mucho más dentro del Lysefjord que el Preikestolen, hay una foto muy famosa de los catálogos de los fiordos en la que aparecen dos personas encima de una piedra suspendida en el vació y sólo apoyada en dos rocas laterales. Es una ruta mucho menos multitudinaria que el Preikestolen por que es más dura. Lo ideal hubiera sido llegar por la tarde a Stavanger, hacer al día siguiente el Preikestolen, luego otro día para visitar tranquilamente la ciudad, y un tercer día para hacer el Kjerag.
DATOS PRÁCTICOS
Precios por persona
* Tour The Pulpit Rock (Veteran Fjordcruise AS): 350 NOK
Los tickets para este minicrucero los compramos en la Oficina de Turismo de Stavanger pero se podían comprar directamente en el muelle, al lado de la calle SkagenKaien antes de que saliera.
* Billete de autobús urbano (nº 29) para ir a Hafrsfjord y ver el monumento ‘The Three Swords”: 24 NOK.

Este autobús se puede coger en las paradas de autobús número 16 o 29. La nº 29 está en la calle Haakon VII’s gate

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